El Día de Muertos se celebra el 1 y 2 de noviembre, en estos días los espíritus regresan a tomar las ofrendas que los vivos preparan para dejar en el altar: comida, bebidas, tabaco, veladoras, agua, copal, fotografías, juguetes, flores, dulces y artículos que usaba el difunto o que eran de su gusto. Son fechas importantes para honrarlos y no olvidarlos, así como preservar esta tradición que se ha seguido desde la época prehispánica.
En otras regiones como Oaxaca y Puebla se extiende a varios días, pues se cree que aquellos que murieron de causas no naturales llegan días antes al hogar.
Comenzó la costumbre de poner un altar con veladoras o cirios, de esta forma los familiares rezan por el alma del difunto para que llegara al cielo. De igual manera, se hizo tradicional la visita a los cementerios, los cuales fueron creados hasta finales del siglo XVIII, como una forma de prevenir enfermedades al construirlos a las afueras de las ciudades. Este es uno de los elementos más representativos en la fiesta de los fieles difuntos, pues con él honramos a nuestros seres queridos con todos los alimentos que amaban, además de velas, flores y otras decoraciones.
Dato interesante: Cabe resaltar que algunas de las tradiciones que se siguen aplicando hoy en día devienen de costumbres españolas, por ejemplo como el consumir postres con forma de huesos que derivaron en el popular pan de muerto y las calaveritas de azúcar.
Dato interesante: El origen de la ofrenda de muertos tiene relación con las ofrendas que se añadían al entierro de los hombres y mujeres mexicas.